8. Paseos preventivos

Una técnica avanzada que se practica en algunas empresas con un desempeño en seguridad y salud excelente, con indicadores de accidentabilidad muy bajos y de manera consistente, se basa en la realización de paseos por las instalaciones y operaciones de las empresas con una motivación preventiva.

La singularidad de estos paseos es que implican a la dirección de la empresa como muestra de su compromiso con los valores de seguridad y salud que se viene trasladando.

Si bien es una acción hasta cierto punto común en empresas grandes con una muy elevada cultura de seguridad, en el caso de nuestro sector, y especialmente en pequeñas empresas no se ha puesto en práctica.

Su importancia deriva en que implica a todos los niveles jerárquicos de la organización, y que busca el alineamiento de valores y conductas por parte de todos en la consecución de un entorno de trabajo seguro.

Si bien los paseos de seguridad son algo que se realiza puntualmente, conforme a unos objetivos volcados en el plan de seguridad, su importancia estriba en el efecto corporativo que produce que el gerente de la empresa, o alguno de sus colaboradores, no directamente implicados en seguridad y salud, abandone su posición para compartir unos minutos con los trabajadores que realizan las operaciones meramente de producción.

Estos paseos preventivos no se entienden como algo cosmético para simular lo que no existe, si no justo lo contrario: una forma de visibilizar un sincero compromiso con la seguridad, a cargo de todos los integrantes de la organización, que, desde diferentes posiciones, trabajan en la misma línea, en los mismos objetivos. No es algo retórico, sino aplicado, realizable y cercano.

Para organizar un paseo preventivo es preciso planificar todos los aspectos con minuciosidad, para actuar dónde sea más eficaz.

Lógicamente se parte de la información y de la ayuda del personal de prevención de la empresa.

Las habilidades de comunicación por parte de los participantes en el paseo preventivo son la clave de su éxito. Es preciso saber comunicarse con asertividad y de forma persuasiva.

No cabe esperar que el gerente sea un experto en prevención, al igual que no se espera en un trabajador de otra índole. Sí se espera que sea líder en impulsar esa área, y que conozca los rudimentos básicos, por lo menos al mismo nivel que los demás trabajadores. Puede que eso genere alguna incomodidad a la hora de entablar un diálogo con los trabajadores.

Las habilidades a desarrollar, por tanto, son más de comunicación asertiva y de escucha activa que de grandes discursos. Se centra más en realizar preguntas abiertas a los trabajadores que ayude a conocer las condiciones y comportamientos de seguridad de los trabajos.

El mayor éxito se produce cuando en el paseo preventivo se producen interacciones positivas, se identifican aspectos mejorables y otros consolidados y los trabajadores entienden que el propósito no es establecer un sistema de control sino identificar oportunidades para lograr un mejor desempeño en seguridad.