4. Charlas al inicio

El objetivo de estas charlas puede ser variado. Suele realizarse por parte de personal técnico con una posición de mando intermedio (jefes de obra, encargados, etc.), lo que, por un lado aproxima el discurso a la realidad del trabajo, pero de manera no tan formal ni profesional en seguridad como si lo hiciera un formador experimentado en la materia.

Representa una oportunidad para crear una cultura de seguridad sólida en la empresa, crear lazos y transmitir un interés por la seguridad.

Si se establece como rutina al inicio de los trabajos en obra, puede ser de utilidad para:

  • atraer la atención hacia los aspectos más importantes a tener en cuenta en materia de seguridad y salud;
  • motivar hacia la importancia de realizar las tareas teniendo en cuenta aspectos relativos a seguridad;
  • informar sobre la planificación prevista y los posibles cambios que pudieran producirse;
  • compartir unos minutos para comentar las actividades del día y las incidencias de la jornada anterior.

Algunos consejos para tener éxito con las charlas

Este tipo de charlas deben ser cortas, para no afectar a la producción ni convertirse en tediosas. Y se debe promover la participación a todos los niveles.

De hecho, lo ideal es abordarlas haciendo preguntas breves, concretas y cercanas (no abstractas) que motiven a responder y a participar.

No está de más preguntar por experiencias similares anteriores.

Conviene limitar el tiempo, para no perder el control del ritmo y de la duración de la acción. Lo mismo ha de aplicar aplicar a las posibles desviaciones del tema central.

Es importante crear un ambiente de confianza para poder conversar abiertamente, dentro de ciertos límites lógicos, intentando evitar posibles críticas entre los intervinientes ante preguntas u opiniones de otros. Se trata de sacar partrido de las intervenciones, intentando crear un buen clima que propicie compartir conocimientos y experiencias. Ninguna intervención es inútil, improcedente o estúpida. Cada uno se expresa a su manera y debe ser respetado.

En ocasiones surgen dudas difíciles de resolver. Para conservar la confianza, se debe actuar con honestidad, reconocer que no se sabe la respuesta y comprometerse seriamente a encontrarla y compartirla.

Se pueden añadir a las charlas elementos sencillos, sorprendentes, que rompan con la rutina para atraer la atención.

Vídeo asociado: https://youtu.be/74bOinqZOrQ