7. Conversaciones informales

Cuando la seguridad y la salud están arraigadas en las personas y en las organizaciones, es posible introducir un tipo de relación dirigida a sensibilizar a todos los niveles y construir un sistema de seguridad más transversal en la organización, para que sea más robusto.

Este tipo de acciones requieren una preparación previa por parte de quienes las vayan a liderar. Y es muy importante el estilo de comunicación, pues es la clave para que tenga éxito.

Cuando el esfuerzo se invierte y se torna la iniciativa en reconocer lo que se hace de forma segura, lo que se hace profesionalmente, y los beneficios que representa, la mirada se vuelve positiva y agradable para todos los implicados. Y lo más importante: esa mirada tiene un mayor potencial de persuasión dirigido a cambiar comportamientos inseguros y consolidar aquellos seguros.

El objetivo es promover un ambiente seguro en la obra.

Si el refuerzo viene de los mandos directos es más creíble que cuando procede de los directores, alejados del tajo de obra.

Deben darse varios requisitos en la intervención:

  1. Planificar qué se desea hacer: si hay alguna tarea de especial riesgo, un trabajador que precise supervisión, en qué momento es mejor realizarlo, etc.
  2. Preparar la intervención, incluso consultando documentación.
  3. Observar desde cerca el comportamiento del trabajador.
  4. Conversar con el trabajador sobre la tarea, usando un estilo abierto e interrogante, con disposición de escucha, no de juicio.
  5. Preguntar por lo que está haciendo (¿qué, cómo, cuándo, por qué?).
  6. Identificar los comportamientos seguros e inseguros.
  7. Reforzar los comportamientos seguros y animar a continuar en esa línea.
  8. Felicitar por los comportamientos seguros y destacar los efectos del mismo.
  9. Concluir la conversación y animar a continuar mejorando.
  10. Anotar en un registro sencillo las intervenciones realizadas para su mejor seguimiento.

Cuando sea necesario corregir algún comportamiento inseguro, conviene extremar la asertividad en la conversación, y dejar hablar al trabajador para conocer sus motivos y argumentos.

  • Emplear ejemplos anteriores de refuerzos positivos para que la conversación no esté impregnada de negatividad.
  • Proponer al trabajador que plantee sus propias soluciones al acto inseguro, para que sean más fáciles de implementar por su parte.
  • Ofrecer ayuda si es preciso en la búsqueda de las soluciones adecuadas.
  • Intentar que el trabajador varíe su comportamiento por convicción y no por obediencia ciega.

Vídeo asociado: https://youtu.be/L8g-4C6MwXU