La sensibilización sobre seguridad y salud

    1. En qué consiste la sensibilización.

En conseguir que las personas sean conscientes de la importancia de la seguridad y de la salud en el trabajo y le presten la atención debida.

    1. La seguridad y la salud: prioritarias en la vida.

Dado que, ante la falta de seguridad y/o de salud, puede peligrar la vida, parecería lógico pensar que, en una escala de prioridades, la seguridad y la salud ocuparían posiciones esenciales.

Es muy conocida la denominada pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas. Consiste en una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra “Una teoría sobre la motivación humana”, publicada en 1943.

En esencia su jerarquía establece, de forma teórica, una serie de niveles que contemplan las necesidades:

  1. Básicas o fisiológicas.
  2. De seguridad.
  3. De aceptación social.
  4. De autoestima.
  5. De autorrealización.

Conforme cada etapa es completada, se plantea satisfacer la siguiente, así hasta la de autorrealización, que es la máxima expresión de esa jerarquía teórica.

 

Pirámide de Maslow

 

Si bien esta teoría está muy extendida, no cuenta con experimentos que prueben su idoneidad.

 

    1. La jerarquía de las necesidades, aplicada al sector de la construcción.

Partiendo de la base de que se trata de un enfoque teórico y que data de 1943, algún estudio de revisión sobre la aplicabilidad de la jerarquía de las necesidades de Maslow al siglo XXI, concluye que tiene poca validez. Aplicado a diferentes profesiones y contextos profesionales, se encuentran alteraciones en el orden jerárquico.

Pirámide de Maslow aplicada a obreros de la construcción

En el momento presente es habitual para muchas profesiones que la etapa de reconocimiento preceda a la de seguridad, situándose en segundo lugar en la escala de necesidades.

En el caso de los trabajadores de la construcción, la etapa de autorrealización se inserta precediendo a las de afiliación y reconocimiento.

                                     

    1. ¿A quiénes se debe sensibilizar en seguridad y salud?

La seguridad y la salud afecta a todos los integrantes de una organización, incluyendo a sus proveedores y clientes. Por lo tanto, lo ideal sería diseñar acciones específicas para cada uno de esos perfiles.

Por proximidad, jerarquía, identidad, valores y recursos, puede resultar más sencillo dirigir los esfuerzos de sensibilización a la propia plantilla de la organización. Si bien algunos elementos de sensibilización (por ejemplo, cartelería, material impreso, etc.) pueden ser útiles también para personal externo.

Las acciones de sensibilización suelen dirigirse mayoritariamente y de forma directa a los trabajadores, pese a que es evidente la necesidad de que este tipo de acciones tengan como destinatarios todos los niveles jerárquicos de la empresa, incluyendo también a supervisores y directivos.

 

    1. ¿Todos los miembros de la organización tienen la misma percepción de la seguridad y la salud?

Cuando se emplean herramientas de valoración del clima preventivo en una empresa, puede revelarse que la percepción del riesgo varía según la jerarquía y la organización (áreas, departamentos, etc.) de las funciones.

Esto se aprecia claramente cuando se aplica el cuestionario NOSACQ-50 para la evaluación de la cultura preventiva, en el que se incluye una comparación entre distintos grupos en la estructura de las empresas, donde se pueden observar diferencias.

Todo esto apunta hacia la necesidad de realizar acciones de sensibilización en las organizaciones a todos los niveles.

 

    1. ¿Por qué sensibilizar?
  • Porque se desea convertir el trabajo en una actividad saludable, que promueva el desarrollo de la organización y de sus miembros.
  • Porque la apuesta por la seguridad y la salud es rentable y contribuye a mejorar la productividad.
  • Porque actuando de forma proactiva, con acciones de concienciación sobre aspectos clave de seguridad y salud, se pueden reducir los incidentes y accidentes.
  • Porque cuando se realizan acciones de sensibilización se prepara el terreno sobre el que construir los pilares de la cultura de seguridad.

Además, se ha demostrado que no no es suficiente con la formación dirigida a la adquirir conocimientos para lograr un adecuado desempeño, puesto que la adquisición de habilidades a través de la formación puede ser insuficiente si no se acompaña de la búsqueda de una actitud preventiva hacia el riesgo.